REIKI

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sábado, 30 de enero de 2016

Lesiones musculares




Muy frecuentes a nivel de patología deportiva (son el 20 o 30% de las lesiones deportivas). Con frecuencia se las conoce poco y se tratan mal. Su frecuencia depende de la actividad deportiva que se realice, intensidad y preparación física. Ha aumentado mucho en los últimos años por el aumento de la práctica deportiva. Los músculos más afectados suelen ser los biarticulares del miembro inferior (isquiotibiales, cuádriceps y tríceps). Suelen ser lesiones producidas por un agente traumático externo: un agente que incide en el músculo o lesiones producidas por un agente interno: la propia tensión muscular produce la lesión. 


Causas internas 
• Contusión muscular: Aparece una lesión muscular por compresión del músculo contra planos profundos por un agente traumático. Puede ir desde un pequeño aplastamiento con edema a una rotura fibrilar importante (Bocadillo). 

• Herida muscular: Solución de continuidad muscular y planos suprayacentes que comunican con el exterior por lo que existe riesgo de infección. 

• Dislaceración. Herida producida en el músculo por un extremo cortante pero que comunica, no con el exterior, sino con otras cavidades. Por ejemplo una sección muscular con fractura que no sale al exterior. 

• Contracturas: Contracciones mantenidas del músculo tras un esfuerzo interno, se producen por acumulo de cansancio muscular. 

• Elongaciones: También llamadas distensiones o alargamientos musculares, cuando se sobrepasa el limite de elasticidad de un músculo pero sin producir daño anatómico. Clínicamente aparecen dolores musculares difusos. 

• Calambres: Contracciones musculares dolorosas con acortamiento máximo del músculo que se manifiesta con un dolor breve e intenso de corta duración tras el cual el músculo queda dolorido. 

• Rotura muscular: lesiones producidas por un mecanismo indirecto traumático interno normalmente llamado desgarro o tirón muscular. Puede ser una rotura fibrilar, en la que hay un pequeño número de fibras afectadas, rotura muscular parcial en la que hay mayor número de fibras afectadas o rotura total en el que se produce la rotura completa del vientre muscular. 


- Evolución general de las lesiones musculares 

Normalmente las lesiones musculares sin sustrato anatómico evolucionan a la recuperación en un tiempo variable (contracturas: de uno a tres días; elongaciones: de cinco a nueve días). En cambio, en las roturas, la evolución depende del grado, de la localización, del tipo de tratamiento y de la respuesta muscular. Este plazo varía entre las dos y las doce semanas. 

Tratamiento: En la fase inicial es bueno aplicar hielo local (en las primeras veinticuatro horas), reposo más o menos intenso y duradero según la lesión, medicación: analgésicos y/o relajantes musculares. 

En una fase posterior se aplica termoterapia, electroterapia, masaje y estiramientos, en ocasiones es preciso el drenaje del hematoma o un tratamiento quirúrgico. 
Nunca se debe dar un masaje profundo cuando existe una rotura muscular ya que puede agravar la lesión. Como mucho se puede utilizar un masaje de relajación bajo supervisión médica. 

Lesiones tendinosas 

Tendones: estructura entre vientres musculares y el hueso. Son los encargados de transmitir la función del músculo a distancia. Están formados por fuerzas conjuntivas orientadas paralelas 

Patología: 
Traumática: heridas, roturas, luxaciones y lesiones microtraumáticas. 
Inflamatorias: Se suele producir por microtraumatismos deportivos o en personas de edad por degeneración del tendón. Se suelen llamar tendinitis. Las alteraciones más frecuentes son la epicondilitis o codo del tenista y la epitrocleitis o codo de golf. También la lesión de hombro, la lesión a nivel de la inserción de los músculos isquiáticos, la lesión del tendón rotuliano, del de Aquiles de los peroneos y de los tibiales, 
Las molestias suelen aparecer tras la actividad física sin limitarla, dolor al inicio de la actividad, dolor de reposo que impide la vida deportiva, etc. 

Tratamiento: En primer lugar reposo, en segundo medicación mediante antiinflamatorios o infiltraciones, en tercero fisioterapia y en cuarto tratamiento quirúrgico cuando los demás fracasan. 

Esguinces 

Son lesiones a nivel de la cápsula y/o los ligamentos articulares producida por un mecanismo agudo que sobrepasa los límites de elasticidad pero no llega a alterar la congruencia articular. La estabilidad de una articulación depende de la congruencia de fragmentos óseos, piel, tendones, etc. Las condiciones del ligamento dependen de la edad, el sexo y condición. Se suele producir por un traumatismo agudo de mecanismo indirecto, de angulación o de rotación, que hacen que se fuerce la articulación mas allá de su máxima amplitud y sobrepasando la resistencia elástica del ligamento. Es una lesión frecuente que se cuele producir en accidentes casuales o deportivos. Es mas frecuente en varones y jóvenes y menos en niños y en ancianos. Las articulaciones más afectadas son las de tobillo, rodilla y dedos. 

Los síntomas suelen ser dolor, normalmente localizado a nivel de la articulación que se atenúa tras la lesión para reaparecer a las pocas horas con mayor intensidad, suelen producirse hematomas, a la palpación encontraremos calor local y dolor, impotencia funcional. 
El tratamiento depende del grado de esguince y del criterio médico. Lo primero en inmovilizar, otro tratamiento seria fisioterapia, que es un complemento a la inmovilización y que permite una mejor y mayor recuperación de la lesión. El tratamiento quirúrgico se suele dar en personas jóvenes que tienen inestabilidad articular demostrada, en deportistas de élite o por prescripción del especialista. 

Las complicaciones de los esguinces suele ser inestabilidad mecánica o funcional que van a hacer que produzcan esguinces de repetición. 





link: http://www.youtube.com/watch?v=_jZajkpBhLQ 


Luxaciones 

Son pérdidas de la congruencia articular por un fracaso de la estabilidad cápsulo-ligamentosa debido a un traumatismo o por causas patológicas (enfermedades congénitas, tumores). 

El mecanismo es semejante al de los esguinces pero en este caso se vence la resistencia elástica de la articulación y los ligamentos y se produce una pérdida de la congruencia articular. La pérdida de contacto puede ser parcial (subluxaciones) o total (luxación completa). Las luxaciones son más frecuentes en varones excepto la de la articulación temporomandibular que lo es más en mujeres. 
Se suelen producir por traumatismo directo, el traumatismo alcanza uno de los huesos haciéndole que se desplace sobre el otro. 

Se suele tratar con reposo articular. Se debe inmovilizar el miembro hasta la cicatrización de los elementos articulares. El tercer tratamiento seria fisioterapia. Finalmente el tratamiento quirúrgico se usa cuando hay una luxación irreductible y puede ser por interposición de un tendón o de un fragmento óseo. 



link: http://www.youtube.com/watch?v=tSeutNpEjwI 


Contusiones 
Es una de las patologías más frecuentes en traumatología. Se define como una lesión de cualquier región corporal producida por un golpe de fuerza variable con un objeto contundente. El término puede referirse tanto al mecanismo causal como a la lesión producida. Una contusión puede producir irritaciones cutáneas, hematomas, heridas, fracturas. Etc. Normalmente se habla de contusión cuando no existen lesiones de otras estructuras que merezca la pena señalar. Cuando la contusión afecta a una estructura articular y produce inflamación se habla de artritis post-traumática. 

LESIONES DE LA MANO 


Esguinces de muñeca 
El esguince es con mucho la lesión más frecuente de la muñeca y en la mayoría de los casos la peor tratada en el deporte. Puede deberse a un movimiento forzado anormal de la muñeca. Caer sobre la muñeca hiperextendida es la causa más frecuente, pero la flexión y la torsión violentas también pueden desgarrar el tejido de sostén. Puesto que el principal sostén de la muñeca proviene de los ligamentos posterior y anterior que llevan los principales vasos nutricios a los huesos carpo, los esguinces repetidos pueden alterar la circulación sanguínea y, en consecuencia, la nutrición de los huesos carpianos. 
En caso de esguince se encontrara un dolor exacerbado por el movimiento, hinchazón y una leve impotencia funcional. 

Tratamiento: Las primeras 24 horas se tratará con hielo. Se inmovilizará con un vendaje, durante esta inmovilización se lucha contra el edema por posición en alto de la mano y movilización de los dedos. 
Después de la inmovilización, que durara de 3 a 4 semanas, se dará un masaje de drenaje para quitar el edema, movilización activa y sin resistencia, y una vez desaparecido el edema y los dolores se trabajará la musculación. 

Esguince de ligamento lateral del dedo. 
Es muy frecuente en deportes como el baloncesto, voleibol y fútbol americano. Un mecanismo frecuente es una fuerza axial que produce el dedo atrancado. 
Hay una intensa sensibilidad local en el lugar de la articulación, sobre todo en la región de los ligamentos laterales. Puede haber inestabilidad lateral o medial cuando la articulación está en 150º de flexión. 

Tratamiento: consiste en bolsas de frío, inmovilización con férulas. La articulación se inmoviliza generalmente en 30 a 40º de flexión durante 10 días. Si el esguince es de la articulación de la primera falange la inmovilización en extensión completa unos cuantos días contribuye al proceso de curación. Si los esguinces son pequeños, el vendar con esparadrapo el dedo lesionado a otro indemne proporcionará sostén protector. Más tarde, puede aplicarse una falsa rienda para protección del pulgar o de otro dedo. 

Luxaciones de falanges. 
Las luxaciones de las falanges tienen una incidencia elevada en el deporte y están causadas sobre todo por golpear una pelota con la punta del dedo (voleibol, baloncesto, balonmano). La fuerza lesiva esta dirigida generalmente hacia arriba desde la cara palmar, desplazando dorsalmente la primera o la segunda articulación, El problema resultante es en principio un desgarro del tejido capsular de sostén acompañado de hemorragia, pero puede haber ruptura del tendón flexor o extensor y fracturas conminutas en la articulación luxada y en su proximidad. La reducción de la articulación del pulgar debe hacerla un médico. Es aconsejable ponerle una férula antes del envío al médico. 

Tratamiento: Después de su reducción se debe inmovilizar en 30º de flexión unas 3 semanas porque si es inadecuada puede causar una articulación inestable y/o tejido cicatrizal excesivo y posiblemente una deformidad permanente. 


El dedo en martillo 
El dedo en martillo es frecuente en los deportes, sobre todo en béisbol y baloncesto. Está causado por el golpe de una pelota lanzada que choca contra la punta del dedo, arrancando por completo el tendón del extensor de su inserción junto con un trozo de hueso. 

El deportista, incapaz de extender el dedo, lo tiene a un ángulo de unos 30º. También hay sensibilidad local en el punto de la lesión y a menudo puede sentirse el trocito de hueso arrancado. 

El tratamiento puede ser: 
Conservador: Por inmovilización en hiperextensión por yeso, durante 6 semanas. Este tratamiento será eficaz si se realiza los primeros días después del accidente. 

Quirúrgico: En que la inmovilización total de la mano por los procedimientos anteriores será de 4 semanas, seguida por 2 semanas de inmovilización del dedo solo. 
La movilización nunca podrá comenzar antes de 2 meses (tratamiento conservador) o 6 semanas (tratamiento quirúrgico) de inmovilización. 

Muñeca de remero 
Es una inflamación de los tendones del lado externo de la muñeca. Duele al apretar el remo y al tensar la muñeca hacia dentro. Existe un punto sensible. Es frecuente en remeros, piragüistas y demás deportistas que tengan que realizar este esfuerzo. Los tendones pasa por un canal estrecho y se comprimen. 

El tratamiento es reposo durante varias semanas, masajes. A veces el único modo de aliviar el dolor es liberar quirúrgicamente los tendones. 

LESIONES DE CODO 


Codo de tenista (Epicondilitis lateral) 
Es el resultado del esfuerzo sobre los músculos extensores y supinadores del antebrazo, visto frecuentemente en jugadores de tenis, de donde deriva su nombre común, aunque también se suele dar en deportes como el boxeo, karate, judo. La historia de un dolor que aparece posterior al ejercicio de manera progresiva, y en movimientos cotidianos como encender el auto o abrir la puerta. Al examen se encuentra sensibilidad del epicóndilo lateral, y dolor a la resistencia de la supinación y extensión del puño. 

Tratamiento: suele ser poner el brazo en cabestrillo, reposo frío seguido de ejercicio ligero o calor. La fisioterapia es un buen coadyuvante en la terapia. Se suele prescribir un brazalete de refuerzo aplicado inmediatamente por debajo del pliegue del codo es muy beneficioso para reducir el esfuerzo del codo. Si estas medidas no son efectivas, infiltraciones con corticoides. En casos refractarios, está indicada la cirugía como medida preventiva en pacientes susceptibles el uso de una faja en el antebrazo y la correcta utilización de los equipos deportivos. NOTA: En los casos en los que la epicondilitis está relacionada con el tenis, hay que prestar atención al tamaño apropiado de la empuñadura y a la tensión del cordaje de la raqueta. 

El codo de golf/lanzador de jabalina es una lesión de epitrocleitis, producida por el movimiento del brazo al lanzar, que aplica una fuerza considerable sobre el codo, en aceleración hasta el final. En un adulto, sólo se produce una inflamación en la inserción del músculo, pero en niños se puede desprender un fragmento óseo y quizá sea necesario operar. 

El tratamiento suele ser con reposo durante varias semanas, aplicación de hielo, ultrasonidos. La curación completa de esta lesión puede durar varios meses. 

LESIONES DE HOMBRO 


Lesión por pinzamiento del manguito de los rotadores. 
Esta lesión se da principalmente en nadadores de crawl y mariposa, en los lanzadores de béisbol, en el servicio y smash en el tenis, en el mate de voleibol, etc. 

El uso continuado del brazo o de los brazos en una actividad deportiva es bien sabido que causa un síndrome de pinzamiento. El principal motivo de este síndrome es la reducción de espacio por el que puede pasar el músculo supraespinoso. 


El deportista con una lesión de rotadores refiere dolor de la articulación del hombro durante o después de la actividad. También puede haber alguna restricción de movimiento del hombro. 

Tratamiento: Si se diagnostica tempranamente, en general basta con el tratamiento conservador a base de reposo, entrenamiento en el uso apropiado del brazo y tratamiento superficial con frío o calor. El ejercicio de rehabilitación debe dirigirse a lograr el pleno campo de movimiento articular y fortificar la musculatura debilitada del complejo del hombro. Si se deja que esta situación progrese más allá de sus primero síntomas, es necesaria la intervención quirúrgica. 






link: http://www.youtube.com/watch?v=bjcsuyWgXRo 


Fracturas de clavícula 

Es una de las mas frecuentes en los deportes. Más del 80% ocurren en el tercio medio de la clavícula, que carece de apoyo ligamentoso. 

La fractura de clavícula esta causada por golpe directo o por fuerza transmitida resultante de una caída sobre el brazo extendido. Esta lesión se da con frecuencia en el ciclismo, como resultado de una caída, en el judo, etc. 

El deportista con una clavícula fracturada apoya el brazo en el constado lesionado e inclina la cabeza hacia ese lado, con el mentón vuelto al lado opuesto. A la inspección la clavícula lesionada aparece un poco más baja que la del lado ileso. La palpación revela también hinchazón y ligera deformidad. 


Tratamiento: Se realiza inmediatamente un vendaje y un cabestrillo y tratando el shock si es necesario. Se envía al médico y una vez allí se reducirá, si es necesario, y se pondrá un vendaje en forma de 8 que estabilizará el hombro en una posición orientada hacia arriba y hacia atrás. 

Ruptura del tendón del bíceps 
Una lesión que puede resultar de una inflamación inicial, sin un buen manejo, que se deteriora con la fricción producida en la hendidura bicipital y puede degenera en la ruptura completa del tendón, con un movimiento suave. La utilización de corticoides en infiltraciones para la tendinitis del bíceps, deteriora este tendón y predispone su ruptura. El examen es muy evidente pues se presenta una tumefacción en el área del bíceps que es característica. 

Tratamiento: la solución es quirúrgica, pues de no corregirlo por esta vía, la deformidad permanecerá, y se perderá del 10 al 20% de flexión de codo. 

LESIONES DE LA CARA 

Fractura del tabique nasal 
La fractura de la nariz es una de las fracturas de la cara más frecuentes. Suele aparecer como una separación de las apófisis ascendentes del maxilar superior, como separación de los cartílagos laterales o como combinación de ambas. Se suele dar en deportes de contacto como el baloncesto, karate, boxeo. 
La fuerza del golpe en la nariz puede venir de lado o ser una fuerza frontal directa. La fuerza lateral causa más deformidad que el golpe frontal. En las fracturas nasales es profusa la hemorragia por la herida contusa del revestimiento mucoso. La hinchazón es inmediata. Generalmente hay deformidad de la nariz que ha recibido un golpe lateral. La palpación suave revela movilidad anormal y emite un ruido chirriante. 

Tratamiento: Hay que controlar la hemorragia, después aplicar compresión al sitio donde puede producirse un hematoma. Cuando ya existe, hay que drenarlo inmediatamente mediante una incisión quirúrgica que la mucosa del tabique nasal. Después del drenaje se tapona firmemente la nariz para impedir que se vuelva a formar el hematoma. Si se descuida un hematoma se formará un absceso que causa pérdida ósea y cartilaginosa y por último una deformidad difícil de corregir. 

LESIONES DE ESPALDA 


Espalda del gimnasta 
Es frecuente en los jóvenes. Provocada por ejercicios de arqueo de espalda. La columna se flexiona hacia atrás en exceso y las vértebras rozan ligeramente, causando dolor. Dirigir la pierna hacia atrás muy despacio o hacia delante muy deprisa, puede tensar en exceso los ligamentos y músculos de la espalda. El dolor se siente en la línea media y empeora el arquearla hacia atrás. 

El tratamiento suele ser reposo, cambio de técnicas de entrenamiento, ejercicios de movilidad del hombro, procurando arquear la espalda a todo lo largo, cambiar de pierna en los ejercicios y ampliar el circulo, también será necesario algunas sesiones de masaje. 

LESIONES ABDOMINALES 


Desgarros musculares abdominales 
La región abdominal es especialmente vulnerable a las lesiones en todos los deportes de contacto. Un golpe puede producir lesiones superficiales e incluso internas profundas, dependiendo de su localización e intensidad. Los fuertes músculos abdominales ofrecen buena protección cuando están tensos, pero se lesionan fácilmente cuando están relajados. Es muy importante proteger al tronco de todas las fuerzas traumáticas de los deportes de contacto. Es esencial el buen acondicionamiento, así como el equipo protector apropiado y la aplicación de reglas de seguridad. Toda lesión interna sospechada debe remitirse al médico. 
Una torsión brusca o un movimiento brusco hacia arriba del tronco puede desgarrar un músculo abdominal. Estos tipos de lesiones tienen el potencial de ser muy incapacitantes, con intenso dolor y formación de hematoma. Inicialmente debe emplearse hielo y venda elástica. 

El tratamiento es conservador, con ejercicio dentro de los límites indoloros. El reposo es esencial. 

LESIONES DE LA INGLE Y MUSLO 


Distensión de la ingle 
La ingle es el surco entre el muslo y el abdomen. La musculatura de esta zona incluye al psoasilíaco, el recto femoral y el grupo aductor. Cualquiera de estos músculos se puede desgarrar en la actividad deportiva y provocar una distensión de la ingle. Cualquier exceso de extensión de la musculatura de la ingle puede resultar en una distensión. Es posible que la carrera, saltos y la torsión con rotación externa produzca esas lesiones. 
La distensión de la ingle es una de las lesiones más difíciles de tratar en el deporte. Puede presentarse como una punzada o sensación de desgarro repentinos durante el movimiento, o no notarse hasta que termine la actividad. Como es característico en la mayoría de los desgarros, la distensión de la ingle produce dolor, debilidad y hemorragia interna. Si se detecta inmediatamente después de que ocurra, debe tratarse con hielo intermitente, presión y reposo durante 48-72 horas. 

Tratamiento: Se ha observado que el reposo es el mejor tratamiento par esta lesión de la ingle. El tratamiento diario con baños de burbujas y crioterapia son paliativos; los ultrasonidos son más definitivos. El ejercicio debe retrasarse hasta que desaparezca el dolor en la ingle. En la rehabilitación se insistirá en el movimiento. Hasta que se desarrollen la flexibilidad y fuerza normales, se debe aplicar un vendaje protector en espiga. Obsérvese que una fractura de estrés pélvico puede producir dolor en la ingle. Por tanto, los corredores de fondo, especialmente, deben ser remitidos al médico para examen cuando sufran dolor severo en la ingle. 

Ingle de futbolista 
Es una inflamación de unión de las dos ramas del pubis donde existe un ligamento (sinfisis) que puede distenderse. Es causado por movimiento de costado, por ejemplo, al eludir a un jugador contrario o en las carreras de vallas. Suele detectarse por palpación en la zona púbica, al correr, y al dar patadas. Se debe haber sobrecargado una pierna mucho más que la otra. 

Tratamiento: Suele tardar en curarse. El tratamiento será reposo durante 6 semanas, ejercicios graduales, muy lentos, para agilizar y mejorar los tendones poplíteos del tendón de aquíles y del cuádriceps. 

Distensión del muslo 
Distensión del músculo cuádriceps: El músculo recto del fémur en ocasiones sufre una distensión por estiramiento repentino (al caer sobre una rodilla doblada) o contracción repentina (saltando en el voleibol o chutando en el fútbol). Normalmente se asocia a un músculo debilitado o excesivamente contraído. 

Un desgarro en la región del recto femoral puede causar rotura parcial o completa de las fibras musculares. El desgarro incompleto se puede localizar centralmente dentro del músculo o más periféricamente. 

Un desgarro del cuádriceps femoral periférico produce menos síntomas que el profundo. Por lo general, hay menor sensibilidad puntual y no aparecen hematomas. Un desgarro muscular parcial localizado, centralmente produce más dolor y molestia que el periférico. Con el profundo se produce mucho dolor, dolor agudo a punta de dedo, espasmo y pérdida de función, pero con poca decoloración por hemorragia interna. En cambio, el desgarro muscular completo del recto femoral puede dejar al deportista con poca incapacidad y molestias, pero cierta deformidad de la cara anterior del muslo. 

Tratamiento. La magnitud del desgarro se debe averiguar lo antes posible, antes de que la inflamación llegue a enmascarar el grado de lesión. Los tres primeros días pueden estar aconsejadas las muletas. Después de que la fase inflamatoria aguda se haya resuelto y cicatrizado, se puede iniciar un régimen de contracción muscular isométrica dentro de los límites exentos de dolor, junto con crioterapia. Son posibles otros tratamientos, como el baño de remolinos frío y los ultrasonidos. El estiramiento suave no debe comenzar hasta que el muslo esté libre de dolor. Se puede utilizar una muslera de neopreno que proporcione sujeción al tejido blando. 


Distensiones en los flexores de la rodilla 
Las distensiones de los flexores de la rodilla ocupan el segundo lugar en incidencia de lesiones deportivas del muslo, entre todos los músculos sometidos a distensiones, este grupo ocupa el primer lugar. 

La causa exacta de esta lesión es desconocida. Se especula que un cambio rápido del músculo desde la estabilización a la extensión de la cadera al correr puede ser una causa importante. No se entiendo bien lo que conduce al fallo y deficiencia de este músculo en la acción complementaria de los opuestos. Algunas razones posibles son la fatiga muscular, la irritación del nervio ciático, una postura defectuosa, la asimetría en la longitud de las piernas, la tensión de los tendones y el desequilibrio de fuerza entre los grupos musculares de la cara posterior del muslo. 

En la mayoría de los deportistas el grupo muscular de los flexores de la rodilla debe tener un 60-70% de la fuerza del grupo antagonista del cuádriceps. Es imperativo el estiramiento después del ejercicio para evitar la contracción muscular. 
La distensión puede afectar al interior del músculo o a su unión al hueso. El tamaño de la lesión variará desde la separación de una pocas fibras musculares hasta la ruptura o una fractura por avulsión completa. 

Una distensión en primer grado se suele evidenciar por dolor muscular en el movimiento, acompañado de dolor a punta de dedo. Estas lesiones suelen ser difíciles de detectar cuando ocurren. La irritación y rigidez no son aparentes hasta que el deportista se ha enfriado después de la actividad. En la mayoría de los casos, el dolor de la distensión leve se puede atribuir a espasmo muscular más que a desgarro hístico. 

Una distensión de segundo grado representa un desgarro parcial de las fibras musculares, identificado por un chasquido o desgarro repentino del músculo, acompañado de dolor grave y perdida de la función de la flexión de rodilla. 

Una distensión de tercer grado es una rotura de tejido muscular o tendinoso, con hemorragia e incapacidad importante. 

Tratamiento: Inicialmente se debe emplear una bolsa de hielo y compresión con una venda elástica. La actividad se interrumpe hasta que el dolor se alivie completamente. Se debe evitar el estiramiento y el sprint explosivo. Tras estabilizar la inflamación puede ser beneficioso un tratamiento de ejercicio isométrico, crioterapia y ultrasonidos. Después de la eliminación del dolor, el deportista puede iniciar movimiento de rodilla isotónicos. La recuperación puede tardar desde 1 mes hasta una temporada completa. 

LESIONES DE RODILLA 




link: http://www.youtube.com/watch?v=f9lC4QFfr1w&feature=related 

Esguince ligamento lateral 
Los esguinces de ligamento son los más comunicados en las lesiones deportivas de la rodilla. Suelen afectar al ligamento por golpes directos desde el lado lateral en dirección central. Cualquier posición de la rodilla, desde la extensión a la flexión completa, puede dar lugar a lesión si existe fuerza suficiente. La extensión completa tensa los ligamentos lateral interno y externo. Sin embargo, la flexión produce una pérdida de estabilidad del ligamento lateral externo, pero la mantienen en varias porciones del ligamento lateral interno. Los esguinces del ligamento lateral interno son más frecuentes por aducción violenta y rotación interna de la rodilla. El mecanismo dominante del esguince capsular o del ligamento lateral interno es aquel en el que el pie gira hacia dentro y la rodilla es forzada lateralmente hacia fuera. 

Muchos esguinces leves o moderados dejan la rodilla inestable y vulnerable a otras alteraciones internas. La fuerza de los músculos que cruzan la articulación de la rodilla es importante para ayudar a los ligamentos a soportar la articulación. Estos músculos se deben acondicionar al máximo en deportes en los que las lesiones de rodilla sean frecuentes como son el voleibol, el esquí, etc. 

Dentro de la lesión de esguince de rodilla de ligamento lateral interno existen tres grados: 

• Esguince de primer grado: Se caracteriza por: 

Unas cuantas fibras ligamentosas están desgarradas y distendidas. 

La articulación es estable en las pruebas de estrés en valgo (doblado hacia fuera) 

La inflamación de la articulación es escasa o nula. 

Puede haber cierta rigidez articular y dolor a punta de dedo justo debajo de la línea medial de la articulación 

Incluso con rigidez menor, el rango de movimiento activo y pasivo es casi completo. 
Tratamiento: Consiste en hielo durante al menos 24 horas. Tras el tratamiento inicial se lleva a cabo las siguientes operaciones: 

Se prescriben muletas si el deportista no puede andar sin cojear. 

El seguimiento puede incluir criocinética, con 5 minutos de bolsa de hielo antes del ejercicio o una combinación de frío y compresión o ultrasonido. 

Ejercicio adecuado. 
Son importantes los ejercicios isométricos y con la pierna recta hasta que se pueda mover la rodilla sin dolor. El deportista pasa gradualmente a un programa de bicicleta estática o programa isocinético de alta velocidad, lo que ayuda a su progreso hasta la contracción del músculo de la rodilla, próxima a la de un deporta de correr. Por lo general, son necesarias 1-3 semanas para la recuperación. 


• Esguince de segundo grado: Indica una rotura microscópica y tosca de las fibras ligamentosas. Tiene las siguientes características: 

Un desgarro completo del ligamento capsular profundo y parcial de la capa superficial del ligamento lateral interno o un desgarro parcial de ambas zonas. 

No existe inestabilidad general de la articulación; sin embargo, puede haber una mínima o ligera laxitud en extensión completa. 

La inflamación es ligera o no existe, a no ser que se haya desgarrado el menisco o el ligamento cruzado anterior. Una membrana sinovial desgarrada de forma aguda o pinzada, rótula subluxada o dislocada pueden dar lugar a inflamación extensiva y hemartrosis (sangre en una cavidad articular). 

Tensión moderada a grave en la articulación con incapacidad para extender la rodilla total y activamente. El deportista no puede poner el pie plano en el suelo. 

Pérdida definida del rango de movimiento pasivo. 

Dolor en la línea medial de la articulación, con debilidad e inestabilidad generales. 

Tratamiento: Se debe seguir los siguientes pasos: 

Hielo durante 48-72 horas. 

Se usan muletas con tres apoyos hasta que pase la fase aguda de la lesión y el deportista pueda andar sin cojear. 

Dependiendo de la gravedad y las posibles complicaciones, se puede colocar una escayola de pierna entera o una férula post-operatoria que inmovilice la rodilla durante 4-6 semanas. 

Recuperación de la limitación articular. Es prioritario recuperar la extensión completa a fin de permitir un buen enclavamiento de la rodilla, condición indispensable para la reiniciación de la carga total con abandono de los bastones. 

Hidroterapia con finalidad movilizadora y circulatoria. 

Reeducación propioceptiva sobre tabla cuando se haya recuperado en parte la fuerza muscular. Debe adquirirse una flexión de 90º antes de realizar este ejercicio. 

Se realiza ejercicio isométrico, junto al de todas las articulaciones adyacentes. 

Musculación del cuádriceps como prioridad 

Fortalecimiento de todo el tirante de fijación interno (flexores y rotadores internos) y del tríceps. 


• Esguince de tercer grado: Es un desgarro completo de los ligamentos de soporte. Los principales signos son: 

Perdida completa de la estabilidad medial 

Inflamación mínima o moderada. 

Dolor medial y sensibilidad a punta de dedo. 

Perdida del rango de movimiento debida a efusión y espasmo de los isquiotibiales. 

Cierto bostezo de la articulación en extensión completa y bostezo importante en 30º de flexión durante la prueba de estrés en valgo. 


Tratamiento: La mayoría de estas lesiones requieren intervención quirúrgica lo antes posible. 

La rehabilitación durante la inmovilización será de contracciones estáticas del cuadríceps, isquiocrurales y crurales asociadas, ejercicios contra resistencia de los dedos del pie. 

Después de la inmovilización: 

Masaje cicatrizal. 

Recuperación articular con y sin flexión. 

Movilización pasiva de la rótula longitudinal y transversalmente 

Tonificación muscular del cuadríceps, isquiocrurales y triceps. 

Musculación del cuádriceps como prioridad. 


Lesión de menisco 
Es la lesión más común en todos los deportes. Su mecanismo general es una compresión y una tracción aislada o combinada, y más particularmente una rotación de la pierna, el pie en carga, inmovilizado en el suelo, o un golpe en la pierna en carga y en posición de flexión-rotación. 

El menisco interno es el más frecuentemente lesionado. Desgarramiento, desprendimientos, aplastamiento, después de traumatismos reiterados, pueden acarrear o no un bloque de la rodilla. 

Una golpe desde un lateral hacia el interior desgarra o estira frecuentemente el ligamento lateral interno y saca el menisco medio de su encaje. Los esguinces leves repetido reducen la fuerza de la rodilla a un estado favorable al desgarro del cartílago por disminución de su estabilidad ligamentosa normal. Un gran número de lesiones del menisco medio son el resultado de una rotación interna fuerte, repentina, del fémur con la rodilla parcialmente flexionada, mientras el pie está firmemente apoyado. Como consecuencia de esta acción, el cartílago sale de su posición normal y queda pinzado entre los cóndilos femorales. Los desgarros dentro del cartílago no cicatrizan debido a la falta de adecuado suministro de sangre. Sin embargo, algunos desgarros del menisco sí lo hacen. Siempre que el aporte de sangre sea adecuado. 

El diagnóstico de las lesiones de menisco debe hacerse inmediatamente después de la lesión y antes de que el espasmo y la inflamación muscular oculten la forma de la rodilla. 

Un desgarro de menisco puede dar lugar o no a lo siguiente: 

Dolor severo y pérdida de movimiento. 

Bloqueo de rodilla con incapacidad de flexión o extensión completa. 

Dolor en la zona del desgarro. 


Tratamiento: La rodilla bloqueada por un cartílago desplazado puede precisar reducción bajo anestesia, de modo que se pueda realizar un examen detallado. Si continúan las molestias, la incapacidad y el bloqueo de la rodilla, será necesaria la cirugía (menisectomía). En el desgarro agudo de menisco sin bloqueo, el tratamiento será como el que se aplica a los esguinces de segundo grado. La rodilla se cuida con férulas, muletas, trabajo muscular y ejercicio isométrico, seguidos de un rango gradual de movimiento y ejercicios de resistencia progresiva. 

Rodilla del saltador 
Los saltos, patadas y carreras pueden suponer una tensión extremada en el complejo extensor de la rodilla. Como consecuencia de una o más lesiones repetitivas, se produce tendinitis en el tendón rotuliano o del cuádriceps. En raras ocasiones un tendón patelar puede fallas y romperse completamente. 
La extensión forzada repentina o repetitiva de la rodilla puede iniciar un proceso inflamatorio que conducirá eventualmente a degeneración del tendón. 
La tendinitis rotuliana o cuadricipital se puede describir según 3 fases de dolor: 

Fase 1: dolor tras la actividad deportiva. 

Fase 2: dolor durante y después de la actividad (el deportista es capaz de actuar a su nivel apropiado). 

Fase 3: dolor durante la actividad, que perdura después de ella (la actuación deportiva es difícil), y que se puede prolongar a dolor constante y ruptura completa. 

Tratamiento: En cualquier dolor en el aparato extensor se debe impedir el movimiento explosivo repentino, como el caracterizado por ejercicios fuertes de tipo pliométrico. Los deportistas con tendinitis en primera o segunda fase deben calentar cuidadosamente los tendones durante 5 a 10 minutos en un baño de burbujas a 38 ºC antes de realizar una actividad. En lugar del baño se pueden usar compresas calientes húmedas. Tras el calentamiento, se debe aplicar un estiramiento estático gradual, cuando los tendones vuelven a la temperatura normal previa al ejercicio. Seguirá un calentamiento gradual con ejercicio. El deportista interrumpirá toda actividad en cuanto note dolor en el ejercicio. Este irá seguido de un masaje o bolsa con hielo. La rodilla de saltador en tercera fase debe reposar hasta que esté libre de síntomas, realizándole masajes y sesiones de ultrasonidos. 

LESIONES DE PIERNA Y TOBILLO 


Distensión de la pantorrilla (pierna de tenis) 
Los deportes que precisan arrancadas y paradas rápidas, como sucede en el t4nis, pueden producir una distensión de la pantorrilla. Normalmente, el deportista hace una parada rápida con el pie entero plantado en el suelo que se extiende repentinamente a la rodilla. En la mayoría de los casos, se puede prevenir con estiramiento rutinario de la pantorrilla y ejercitando los músculos agonistas y antagonistas. 

Tratamiento: Si el dolor es sostenido, es necesaria la aplicación inmediata de hielo, que debe ir seguida de un estiramiento gradual suave. El seguimiento debe incluir un régimen de frío, calor y ejercicio leve, junto con deambular con tacones bajos, acentuado el modo de andar dedos-talón. 

Esguince de tobillo 
Debido a su frecuencia y a la incapacidad resultante, los esguinces de tobillo suponen un problema importante para el entrenador, el preparador físico y el equipo médico. Se ha afirmado que un esguince de tobillo puede ser peor que una fractura. Las fracturas suelen cuidarse de forma conservador, con inmovilización y restricción de la actividad, mientras que al deportista con un esguince de tobillo se le trata rápidamente y vuelve a la actividad antes de la curación completa. Cuando el tobillo no se ha curado del todo, queda inflamado crónicamente y será inestable, lo que supondrá un problema importante para el deportista. 

Causas: Los esguinces de tobillo suelen producirse por una torcedura lateral o media. El esguince de inversión, en el que el pie gira hacia dentro desde una posición en flexión plantar, es el tipo de esguince más frecuente, debido a que la estabilidad ósea es mayor en la cara lateral, lo cual tiende a forzar el pie hacia la inversión en lugar de a la eversión. Si la fuerza es bastante grande, la inversión del pie continúa hasta que el maléolo medio pierde estabilidad y crea un fulcro para invertir de nuevo el tobillo. Los músculos peroneos o de eversión resisten la fuerza inversora, y cuando los ligamentos laterales ya no tienen suficiente fuerza, se distiendes o se rasgan. 

Normalmente un esguince comprende uno o dos ligamentos rotos. Si sólo se rompe uno, suele ser el peroneastragalino anterior; sin embargo, cuando la rotura es doble se rasga el ligamento peroneocalcáneo. 

Tratamiento: Se usa hielo durante 20 minutos cada pocas horas durante 1 o 2 días. Puede ser aconsejable que el deportista limite las actividades de carga de peso durante algunos días. Se realizará un examen de rayos x. El deportista debe usar muletas durante 5-10 días para evitar cargar peso. Se puede colocar una escayola corta durante 2-5 días. Los ejercicios de flexión plantar y dorsiflexión se realizaran a los 3-4 días de la lesión si el deportista no tiene dolor. El ejercicio precoz de este tipo ayuda a mantener el rango de movimiento y la propiocepción normal. El deportista debe evitar andar y correr en superficies desiguales o pendientes durante 2 o 3 semanas. 

El pie de la forma del patinador 
A menudo es causado por la combinación de dedos de martillo y botas de patinaje estrechas. El dolor intermitente puede impedir al deportista la práctica del patinaje. Como muchos de estos deportista han iniciado su actividad a una edad temprana, los dedos en martillo pueden consecuencia de botas que no fueron cambiadas con suficiente frecuencia a medida que el pie crecía. 

La solución es aconsejarle al patinador no comenzar a emplear botas demasiado amplias y por otro lado aumentar la talla a medida que los jóvenes crezcan. Enviarla a un podólogo especializado en deportes para que supervise la evolución de un dispositivo para usar con el calzado cuando sea necesario y cercionarse que el paciente está usando las botas o los zapatos correctos. Este tipo de deformaciones del pie se caracteriza a menudo por hipertrofia palpable de los tendones tibiales anterior y posterior, aunque ello generalmente no ocasionan problemas. 

Fracturas de estrés de la tibia y peronéLa fractura de estrés en la tibia o peroné es una afección común producida por sobrecarga sobre todo entre corredores de fondo. Como sucede en otros muchos síndromes de abuso, los deportistas con problemas biomecánicos del pie son más propensos a fracturas de estrés en la pierna. Los que tienen pies planos, hipermóviles o pronados son más susceptibles a la fractura de estrés peroneal, y los que tienen pie cavo rígido, lo son a las tibiales. Los corredores suelen desarrollar una fractura de estrés en el tercio inferior de la pierna; los bailarines de ballet suelen sufrirla en el tercio medio. 
El deportista se queja de dolor en la pierna, más intenso en la actividad, pero con alivio al descansar. Suele haber dolor a punta de dedo, pero es difícil discernir la diferencia dolor óseo y del tejido blando. 
La detección de las fracturas de estrés puede resultar muy difícil. El examen con rayos X puede no determinar un defecto del hueso, lo que puede llevar al médico a solicitar pruebas más definitivas. 

Tratamiento: En las fracturas de estrés en las piernas se puede usar el régimen siguiente: 
Interrumpir la carrera y otras actividades locomotrices estresantes durante al menos 6 semanas. 
Cuando el dolor sea grave, utilizar muletas o una escayola. 
Se puede volver a cargar peso cuando ceda el dolor 
Antes de volver a correr es posible practicar el ciclismo. 
Tras un mínimo de 6 semanas y un período sin dolor de al menos 2 semanas, se puede volver a correr. 
Puede ser necesario corregir la biomecánica del pie. 

OTRAS LESIONES MUSCULARES EN GENERAL 


Contractura 
Es un estado muscular doloroso en reposo y al estirar, y sobre todo durante la contracción contra resistencia. El exceso de trabajo provoca una acumulación local de ácido láctico y el músculo esta hipercontraído al palparlo. El dolor aparece de manera progresiva durante o inmediatamente después del esfuerzo. 

Tratamiento: Se deberá trata con termoterapia (infrarrojos, baños calientes.), con masajes circulatorios infradolorosos. Se deberá guardar reposo durante 2 a 4 días. 
Para prevenir esta lesión se recomienda calentamiento mediante flexibilidades y aplicación local de productos que calientas, entrenamiento progresivo y estiramientos. 

Calambre 
Es una contractura dolorosa intensa e involuntaria del músculo con acortamiento máximo que se produce durante la actividad y por lo general es aislada. Superada rápidamente por el sujeto joven, podrá detener la actividad del sujeto de más edad. 

Tratamiento: En el mismo lugar en el que ocurre la lesión se deberá hacer estiramiento regular y potente para alejar en forma pasiva los puntos de inserción del músculo, fricción profunda e hidratación. 
Después se realizaran sesiones de termoterapia, masajes y se mantendrá reposo durante 24 a 48 horas. 

Desgarramiento muscular 
Puede tener varios grados de gravedad: el tirón, el desgarramiento propiamente dicho y la ruptura parcial 

Tirón: Es un desgarramiento de algunas miofibrillas que sobreviene durante un esfuerzo violento y brusco y que da la sensación de una cuchilla o de un latigazo. En el cuerpo del músculo se notará una hinchazón con aparición de un hematoma, visible casi siempre. El dolor se despertará al contraer al músculo y durante la palpación un punto doloroso será sensible. 

Desgarro: Es una ruptura de una cantidad más importante de miofibrillas y que ocurre durante un esfuerzo violento y brutal. El desgarramiento que acarrea una verdadera solución de continuidad parcial será llamado rotura parcial. Su tratamiento será el del desgarramiento en caso de que no haya intervención quirúrgica. 

Tratamiento: La primera semana de la lesión será de reposo, una vez desaparecida la inflamación se aplicarán masajes, termoterapia, y se comenzara el trabajo de isométricos. La reanudación de la actividad deportiva será después de 6 a 8 semanas, se aconseja un buen precalentamiento y evitar los movimientos de aceleración brusca durante 2 semanas aproximadamente. 


Consejos 
A la hora de tener una lesión 
se debe hacer: 

Detener el esfuerzo 

Aplicación de hielo 

Colocación de una contención suave 


No se debe hacer: 

Continuar el esfuerzo 

Apoyarse sobre el miembro lesionado 

Masajear 

Aplicación de una pomada caliente 

Si se respetan rigurosamente estos consejos se evitarán muchas complicaciones y empeoramiento. 

Por otra parte, se debe tomar una serie de medidas a la hora de realizar un ejercicio para prevenir las lesiones, que son: 

Evitar la fatiga: sobreentrenamiento 

Buen calentamiento y progresión en el entrenamiento 

Buen estado físico 

No reanudar el deporte con demasiada rapidez después del primer traumatismo 

Empleo de material adaptado y corrección de la técnica 

Ejercicios de estiramientos antes y después del esfuerzo 

Buena dietética.

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