REIKI

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martes, 12 de noviembre de 2019

La sesión de Reiki




La aplicación de Reiki se puede dividir en cuatro fases bien diferenciadas: preparación,apertura, tratamiento y sellado.


La preparación

La preparación consiste en todas las prácticas que el terapeuta realiza antes de la llegada del receptor. En esta parte entran todas las medidas de higiene, el lugar elegido para el tratamiento, la ropa a usar, la disposición de la camilla y los ejercicios que se quieran hacer para entrar en un estado relajado de conciencia y una motivación generosa y altruista (Evidentemente, se trata de consejos a realizar en el caso más perfecto posible de una sesión de Reiki, pero nos encontraremos a menudo con casos en que se administre Reiki sin tener las condiciones adecuadas, y no por ello será menos efectivo. En cualquier caso, es bueno dar Reiki en todo lugar y en todo momento).
Los lugares, sean cuales sean, tienden todos a absorber la energía y vibración de las personas que están en ellos, y los objetos que haya allí dentro pueden agobiar al receptor aunque a simple vista no se perciba como una recarga del ambiente. Por ello, es esencial tener la sala bien limpia y ventilada siempre, a temperatura agradable, y lo más sencilla posible, sin ningún tipo de obstáculo o de adorno (a menos que sean herramientas de Feng-Shui), sólo con la camilla y alguna mantita o sábana para cubrir al paciente después de la sesión. A ser posible, deberá ser una sala con colores suaves y armónicos (o sea, nada de rojo pasión y sí tonos pastel como azul, verde o crema). Es recomendable tener el suelo de madera o bien con alfombra de fibras naturales si se quiere andar descalzo.
En cuanto a la ropa del terapeuta, mejor si es de color claro y de fibra natural, sin que apriete o dificulte la circulación, porque eso facilita muchísimo la entrada de la energía, y atrae las vibraciones más armónicas (por eso la mayoría de terapeutas deciden ir de color blanco). Será importante no llevar puesto ningún tipo de cinturón o corbata porque corta la energía, ninguna joya que no sea de fibra natural, oro, plata o piedras naturales (básicamente hablo del plástico) pues dispersa la energía y no llega con suficiente intensidad al receptor, y ningún reloj pues estos se estropean o padecen adelantos o atrasos. El paciente podrá llevar puesta la ropa que quiera, pero sujeto a la misma norma en cuanto a los accesorios.
La ambientación debe estar dirigida por una luz suave y a ser posible indirecta. Según los gustos de cada uno, se pueden poner velas (que incluso pueden sustituir a la luz indirecta) e incienso, así como una música suave y relajante. Si somos creyentes, podemos poner imágenes o símbolos que representes a divinidades, santos, ángeles… a aquello en lo que creemos. Se dice que Usui acostumbraba a ir con un cirio a cualquier parte. Allí donde hay una luz se disipan las tinieblas.
[Hablando de Luz y Tinieblas, es menester hacer una consideración especial. Se trata de hábitos como beber alcohol o fumar. Ya sabemos que tomar una copita de vino al día es bueno para el corazón, pero el alcohol tomado, sea de la bebida que sea, perturba nuestro cuerpo energético, y nos conecta con energías más bien densas y nada agradables. No es saludable practicar Reiki al menos hasta que hayan pasado dos horas después de la última copa, cuando el cuerpo habrá tenido tiempo suficiente para asimilarlo y eliminarlo. El tabaco, por su parte, enturbia la energía y va ensuciando poco a poco los canales energéticos. El fumar hace como la grasa que se acumula en las arterias, cierra los canales a base de acumular energía muy densa y estancada en ellos. Por lo tanto, lo mejor para un reikista es dejar paulatinamente el hábito de fumar, a ser posible.]

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inciación primer nivel Reiki Usui Tibetano


Maestro; Francisco Ruiz

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