Kinesiologia para equilibrarnos; el Anclaje de Cook
Sencillo pero muy eficaz ejercicio
La Kinesiologia educativa creada por Paul Denisson en 1980 a partir del procedimiento de la Kinesiologia aplicada, utiliza el movimiento corporal como base para mejorar el aprendizaje y el rendimiento, ayuda a aprender a definir y marcar objetivos, propone ejercicios asociados a esos objetivos y procesos específicos para liberar tensiones y estrés.
Originariamente estos ejercicios estaban destinados a niños con problemas de aprendizaje escolar, pero más tarde se ha comprobado que dichos ejercicios ayudan también a los adultos.
Para introducir el ejercicio que os propongo en esta ocasión quiero mencionar al Dr.Goodheart (padre de la kinesiologia aplicada) y su importante descubrimiento sobre la existencia de la conexión entre músculos y órganos y los meridianos de acupuntura y como este sistema de meridianos está a su vez intimamente ligado al sistema nervioso, de ahí que cualquier interferencia en el sistema nervioso pueda ser corregida a partir de corregir el sistema de meridianos. Cuando intervenimos en los meridianos energéticos ayudamos a la red de comunicación de todo el organismo, logrando un mejor funcionamiento en la totalidad de la persona.
La posición de Wayne Cook (o Anclaje de Cook) tiene un efecto reequilibrante sobre el conjunto del sistema energético de la persona. Podemos realizar este sencillo ejercicio siempre que nos apetezca, en cualquier momento del día.
Importante recordar que una condición indispensable para una transmisión neuronal óptima de la información es estar hidratado. El agua proporciona una mejor conductividad, por lo que es importante beber agua, principalmente si vas a realizar alguna actividad o terapia que implique a este sistema y requiera que el circuito funcione lo más efectivamente posible.
Así que, una vez hidratados, pasamos a realizar este sencillo ejercicio que, en su primera posición permite la circulación de la energía bloqueada y conecta todos los circuitos energéticos del organismo y en su segunda posición facilita la respiración profunda y el paso de la información entre los dos hemisferios cerebrales.
- Indicado en trastornos de atención, tendencia a la ensoñación, favorece la autoestima, dificultades de escucha y habla, mejora la coordinación y el equilibrio, aumenta la capacidad de adaptación al entorno, facilita la claridad de pensamiento, en periodos de exámenes, competiciones, entrevistas personales, momentos que exigen un rendimiento mental, nos centra y nos conecta con nuestro poder personal.
- Cruza la pierna derecha sobre la izquierda, dejando los pies juntos, paralelos.
- Extiende los brazos paralelos delante del tronco y gira las muñecas colocando las palmas de las manos hacia fuera.
- Monta la muñeca derecha sobre la izquierda y entrelaza los dedos.
- Gira los brazos hacia dentro del cuerpo y pegalos al pecho.
- Cierra los ojos, coloca la lengua contra el paladar y concéntrate en la respiración por unos tres minutos.
2) Descruzamos las piernas y dejamos los pies en paralelo.
Ponemos en contacto las puntas de los dedos de una mano con los de la otra, a la altura del pecho, con el tronco recto y los hombros relajados, así durante tres minutos, respirando lenta y relajadamente.
Podemos potenciar el ejercicio poniendo una intención o visualización.
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