Un Punto Gatillo Miofascial (PGM) es un foco hiperirritable dentro de una banda tensa de un músculo que provoca disfunción, dolor de una intensidad variable que dependerá de la irritabilidad del PGM y según el caso, dolor referido. En muchas ocasiones, el desconocimiento de la existencia de estos puntos hace que el diagnóstico del paciente sea erróneo.
Pongamos un sencillo ejemplo: La presencia de puntos gatillo miofasciales en Escalenos [Músculo Cervical] y Extensor común de los dedos se manifiestas con un dolor que podría confundirse con el propio del Síndrome del Túnel Carpiano. Por ello, será imprecindible saber hacer un buen diagnóstico diferencial.
Para saber si estamos ante un Punto Gatillo Miofascial la exploración es fundamental:
- El PGM se localiza dentro de una banda tensa siendo el punto que presenta un dolor de mayor intensidad.
- Un músculo con PGM activos presentará dolor tanto en el estiramiento activo como pasivo y una debilidad no asociada a atrofia.
- El dolor aumenta a la contracción contra-resistencia y sobretodo si se hace en acortamiento.
- Suele aparecer dolor referido si el PGM está ac
Los Puntos Gatillo Miofasciales pueden tratarse tanto de forma conservadora como invasiva. Entre éstas la más utilizada por su alta efectividad y rápidos resultados es la invasiva, concretamente la Punción.
La Punción Seca basa su efecto en la destrucción mecánica del PGM y está indicada en aquellos casos en los que la terapia manual no ha sido del todo efectiva o nos encontramos PGM inaccesibles manualmente.
Esta técnica debe realizarse sobre Puntos Gatillos y zonas adyacentes, atacando las bandas tensas hasta que obtengamos contracciones (Respuestas de Espasmo Local) o hasta que el dolor del paciente lo permita.
Una vez finalizada la punción realizaremos hemostasia durante un minuto (presionando la zona con un algodón empapado de alcohol), estiraremos el músculo en su mayor rango de amplitud y dejaremos reposar la zona colocando sobre ella una bolsa de agua caliente que ayudará a aliviar el dolor post-punción.
La Aguja de Punción es recomendable que disponga de guía, pues nos ayudará a insertar la aguja de forma rápida dirigiéndola hacia el punto exacto. El hecho de que la punción sea rápida se debe a la importancia de evitar la activación de los nocioceptores que se encuentran en la piel (el paciente nos lo agradecerá...)
Aunque hoy en día ya existen marcas que venden agujas especiales para la punción seca, debemos de tener en cuenta algunas características principales para elegirlas:
- Trabajaremos preferiblemente con agujas de tipo chino y con guía.
- Su diámetro debe comprenderse entre los 0´30-0´32 mm
- Las medidas más utilizadas dentro de los tratamientos de punción seca son: 1'5, 2, y 3 cun* (40,50 y 75 mm respectivamente) dependiendo de los músculos a tratar.
* Cun: medida del cuerpo humano, utilizada en medicina tradicional china para la localización de puntos de acupuntura
OPCIONES DE TRATAMIENTO INVASIVO:
Punción Superficial:
Introducimos la aguja en la piel y tejido subcutáneo (entre 1 y 10 mm de profundidad) manteniéndola 30 segundos. Si la sensibilidad local no desaparece volveremos a insertarla y mantendremos esta vez 3 minutos. Si tras estos 3 minutos sigue sin desaparecer repetiremos la técnica manteniéndo insertada la aguja 20 minutos. Si nada de lo anterior ha sido efectivo, manipularemos la aguja rodándola, siempre sin cambiarla de posición.
Punción profunda:
En esta técnica habrá una entrada y salida rápida de la aguja (sin extraerla completamente), de esta forma buscaremos respuestas de espasmos local (REL) que nos indicarán que nos encontramos en el punto doloroso exacto.
Electroacupuntura:
Aplicaremos TENS de 1 a 10 Hz. con una amplitud de impulso de 30 ms. durante 20 minutos.
A pesar de que éstas técnicas son altamente efectivas, debemos evitar aplicarlas en pacientes con miedo a las agujas, niños menores de 14 años, pacientes con problemas de coagulación (contraindicación absoluta en medicados con Syntron), inmunodeprimidos y linfadenoctomizados.
Nuestra técnica ha de ser lo más impecable posible, realizando una minuciosa localización del punto gatillo y el músculo tratado, así como tener en cuenta los peligros que conlleva una mala punción (neumotórax, lesión nerviosa, mioedema, hemorragias..)
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