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sábado, 16 de noviembre de 2013

Reflexología del pie

Introducción a la Reflexoterapia

En primer lugar, hace falta distinguir dos tipo de terapias bien definidas que se basan en los masajes de la zona del pie: 



v La rehabilitación funcional del pie y el tobillo de dolencias de la propia zona tratada,

v La reflexoterapia, o aplicación de masaje en determinadas partes del pie para aprovechar sus efectos reflejos sobre los diferentes órganos o partes del cuerpo.
Aquí estudiaremos este segundo tipo de masaje que se emplea como terapia por el tratamiento de disfunciones en cualquiera parte del organismo
La Reflexoterapia es la aplicación de la teoría reflexológica, y se centra sencillamente en aplicar un tipo específico de masaje a la zona correcta del cuerpo, con el cual se provoca que la energía del cuerpo fluya siguiendo ciertas rutas, conectando cada órgano y cada glándula con su punto final o punto de presión en los pies, en las manos, o en cualquier otra parte del cuerpo. Puede suceder que los posibles canales se encuentren bloqueados y haya alguna sensibilidad en lo referente a estos puntos, esto indica que el malestar o condición del cuerpo puede estar en otra parte diferente a la zona sensible. Realizar masajes sobre puntos reflejos determinados permite destapar los canales, restaurando el flujo energético y a la vez calmar cualquier dolor y restablecer cualquier disfunción. En Reflexoterapia no se utiliza ningún tipo de medicación, ahora bien, es un tipo de terapia que permite ser apoyada con otras, como por ejemplo, dietoterapia, fitoterapia, oligoterapia, helioterapia, talasoterapia, etc. 


La reflexoterapia se utiliza en multitud de casos y es especialmente efectiva calmando dolores (de espalda, cabeza y muelas), en tratamientos de desórdenes digestivos, estrés, tensión, resfriados, gripes, asma, artritis y muchos otros. 



Mediante la reflexoterapia, es también posible predecir enfermedades potenciales e incluso aplicar terapia preventiva. 



La acción del masaje de reflexoterapia produce un efecto tranquilizante que aumenta el flujo sanguíneo y permite obtener un beneficio global para el cuerpo. Hace falta tener en cuenta que cuando la reflexología no es suficiente, puede tratarse de un caso que requiera cirugía.

El masaje de reflexoterapia tiene en primer lugar un efecto tranquilizante, que relaja los hombros y los nervios. La presión que ejerce el dedo del terapeuta sobre un punto reflejo (terminación nerviosa) determinado puede crear una sensación en cualquier otra parte del cuerpo, indicando la conexión entre dos puntos. Puede ocurrir que el dolor no se calme inmediatamente, entonces hace falta prolongar el masaje para poder obtener resultados beneficiosos. 



Hay ciertas condiciones en las que la reflexoterapia puede resultar inapropiada, como por ejemplo, en mujeres embarazadas no conviene hacer masaje en las zonas reflejas de útero y gónadas. 


La reflexoterapia también puede ser aplicada por uno mismo para dolores de espalda, cabeza, etc. Ahora bien, siempre es más efectivo y más agradecido recibir un masaje de reflexoterapia de parte de otro experto, que aplicarselo uno mismo. Siempre tenemos que vigilar de no aplicar el masaje en exceso sobre un mismo punto, dado que la piel de aquella área puede quedar malograda. 

Además, la estimulación de los puntos reflejos permite la liberación de endorfinas (similar a la acupuntura), que son compuestos químicos que se producen en el cerebro y que tienen la propiedad de ser analgésicos similares a la morfina y sus derivados. Se generan de una sustancia a la glándula pituitaria y están relacionadas con el control del sistema endocrino (glándulas que producen hormonas).


Bases de la Reflexología del pie

La Reflexología se basa en el conocimiento de la localización de una serie de zonas, que se manipulan para provocar que, mediante una reacción refleja se consiga restaurar las corrientes energéticas linfáticas y sanguíneas y liberar mediante el masaje una serie de impulsos eléctricos que activen y equilibren el tono de los órganos sobre los que tienen influencia. 



Se centra en el estudio de las zonas reflejas que hay a las diferentes partes del cuerpo, de los canales por los cuales fluye la energía, del funcionamiento del organismo humano y de la manera en que se producen las reacciones estímulo-respuesta en su aplicación. 


El organismo expulsa sus residuos a las partes más lejanas, dónde el riego sanguíneo pierde intensidad. Un buen ejemplo de esto son los dolores producidos por la cristalización del ácido úrico de la gota; estos se localicen a las extremidades, sobre todo al dedo grueso de los pies. Es por esto, que al recorrer minuciosamente con las yemas de los dedos las zonas reflejas de los pies, se detectan nódulos, tumefacción, granulaciones, inflamaciones, etc. Si se presionen estas zonas, el dolor es intenso, esto nos permite determinar un funcionamiento incorrecto de algunas partes del cuerpo, aun cuando en algunos casos encara no se ha manifestado ninguna sintomatología. 

La reflexología nos ofrece innumerables posibilidades, puesto que además de permitir localizar determinados trastornos orgánicos nos da la posibilidad de eliminar la disfunción o enfermedad 

La reflexoterapia es pues la aplicación práctica de la teoría reflexológica; es la terapia que sigue los dictados de la reflexología.

 

História de la Reflexoterapia

La Reflexoterapia es una técnica de diagnóstico y tratamiento en la que se estimulan ciertas áreas del cuerpo (en Reflexoterapia podal, a los pies), para obtener respuestas saludables a los diferentes órganos del cuerpo. Se calcula que esta técnica tiene su origen hace 5.000 años en China y que también fue utilizada por los antiguos egipcios. Fue introducida en la sociedad occidental por el Dr. William Fitzgerald, otorrinolaringólogo en América. 



Fitzgerald definió 10 zonas o canales de energía a lo largo de la superficie del cuerpo, nominándolos "terapia de zonas". Estas zonas o canales eran consideradas como los caminos a través de los cuales fluye la energía vital de las personas. De ahí que, cuando se experimenta dolor en alguna parte del cuerpo, éste puede calmarse aplicando presión en una área de la zona refleja correspondiendo a la parte afectada. Estos caminos terminan en las manos y en los pies. De acuerdo con esto, buena parte de las personas que practican reflexología se han concentrado en los pies, puesto que en estos se encuentran representadas todas las terminales de los canales energéticos. Pese a esto, se pueden trabajar los reflejos a lo largo de todo el cuerpo, que también es muy beneficioso.


Objetivo de la Reflexología

El objetivo de la Reflexología es obtener una respuesta saludable de los órganos, aparatos y sistemas a la estimulación adecuada aplicada en las zonas reflejas correspondientes. Con esta estimulación se consigue establecer el balance natural de la energía y la funcionalidad armónica de todo el organismo. 

Aplicación de la Reflexología del pie

En primer lugar el paciente tiene que sacarse los zapatos y los calcetines o medias y tiene adoptar una posición cómoda. Lo más adecuado es disponer de una camilla o de una butaca abatible. 



La posición del paciente tiene que ser cómoda, barriga en alto y ligeramente reclinado para que se vean con el terapeuta. Es muy importante también que el terapeuta esté cómodo, puesto que de ello dependerá la calidad del masaje; para favorecer esta comodidad, es aconsejable sentarse en un taburete que deje los pies del paciente en la misma línea del pecho del terapeuta. 


El contacto visual del paciente y el terapeuta es muy importante en cuanto a que de esta manera se favorece la comunicación que se establece entre ellos. 

El ambiente del lugar donde se realiza tiene que ser calmado y relajante, puede ayudar una música suave. Es pues necesario fijarse en la temperatura, la humedad, el ruido, los olores, etc. del sitio en el que se aplica el masaje. 

Para empezar un masaje de reflexoterapia de los pies, se realizan en primer lugar una serie de movimientos rotativos suaves y manipulaciones relajantes a los pies para conseguir un estado de relajación. 

Se aconseja empezar por el pie izquierdo. Las técnicas de masaje son muy variadas, pero hay un método simple que consiste en trabajar con el dedo pulgar, empezando por el centro de la planta del pie para pasar después a los puntos reflejos que se quieran trabajar. 

Se empezará incidiendo en los plexos solares de ambos pies para continuar sobre otros zonas que se quieran tratar. Es conveniente sujetar el pie del paciente con el dedo pulgar sobre la zona refleja de plexo solar. Las manipulaciones se harán combinando presiones, deslizamientos y rozamientos. También se puede trabajar con los dos pulgares uno después del otro. 

Según se va inspeccionando con el masaje de exploración, en ciertas zonas se apreciará cierta incomodidad en el paciente como consecuencia a la respuesta del reflejo. Así es como se identificará cuáles son los órganos afectados. Es en estos puntos dónde hará falta detenerse, aplicando unos minutos más de masaje hasta que casi desaparezca el dolor. 

Es evidente que el valor de esta terapia reside en la memorización de las zonas y sobre todo en la destreza en la aplicación del masaje, puesto que las manipulaciones tienen que ser muy precisas sobre una zona concreta para que tenga la proyección adecuada y deseada sobre el órgano al que se quiere incidir. 

El tiempo conveniente de aplicación de un tratamiento reflexoterapéutico, está en función de la dolencia a tratar. Hace falta que sea suficiente pero sin ser excesivo. En un principio, en las sesiones iniciales hay suficiente con diez minutos para cada pie, y se irá aumentando hasta un cuarto de hora. 

Con la exploración de las zonas reflejas del pie, se obtienen datos muy valiosos sobre el estado general del organismo. Pero también el aspecto de los pies nos dará datos para saber cuál es el estado del organismo. Así pues hace falta fijarse en la textura de la piel, la musculatura, la coloración, la presencia de durezas, abrasiones o rojeces, la temperatura, la hidratación, etc. 

Es bueno que mientras se trabaja con un pie, el otro esté tapado, pero también se pueden trabajar ambos pies a la vez en determinadas manipulaciones. 

Es, en todo caso, el reflexoterapéuta el que determinará en cada caso cuál es la técnica más oportuna para trabajar la reflexoterapia, esto sí, siempre teniendo en cuenta la sensibilidad del paciente.

La representación del cuerpo en los pies

LAS ZONAS REFLEJAEN EL INTERIOR DEL PIE





LAS ZONES REFLEJAEN EL EXTERIOR DEL PIE








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