Nuestro día a día está lleno de prisas, de acelerones, de preocupaciones, de reproches, de mala alimentación, de contratiempos, de estrés... ésto hace que sometamos a nuestro cuerpo a un sobre esfuerzo constante y al cabo de un tiempo con este ritmo, se resiente, apareciendo enfermedades como hipertensión, insomnio, problemas cardíacos, molestias estomacales, dolores de cabeza, contracturas ect.
Es muy complicado seguir pautas de relax constante, la sociedad en la que vivimos no nos lo permite y las exigencias que tenemos hacen que no podamos bajar la guardia ni un momento. No podemos ser ilusos y pensar que podemos llevar una vida de relajación y falta de tensiones plena porque para ello tendríamos que vivir en el Tibet o en un pueblo perdido del Amazonas cultivando piñas. La relajación total es casi imposible obtenerla y más viviendo en una gran ciudad.
Pero si podemos reducir de forma muy considerable el estrés y esa tensión constante que nos persigue. Basta con proponerte un hábito tan sencillo con es una relajación al día, sólo una. Sólo te llevará 10 minutos. Si no dispones de 10 minutos al día para relajarte sencillamente es que no quieres relajarte, las excusas no son más que la confirmación de que no te interesa hacerlo.
Se trata de un sencillo ejercicio de respiración y si lo haces cada día verás como poco a poco se irá reduciendo tu ritmo cardíaco, te irás sintiendo menos angustiado y sobre todo sin darte cuenta lo irás incorporando a tu vida cotidiana para en momentos de estrés poder ponerlo en práctica para que bajen tus niveles de excitación corporal y emocional.
Si lo practicas a diario poco a poco irás aumentando la duración del ejercicio, tu cuerpo te pedirá más y sin casi esfuerzo te convertirás en una auténtico experto en relajación. Pero eso vendrá con el tiempo, no tengas prisa, para empezar sólo con 10 minutos al día es suficiente.
Ahora tú decides si tienes 10 minutos o si sigues alimentando tu estrés y agitación con excusas imposibles.
EJERCICIO DE RELAJACIÓN. 10 MINUTOS.
1. Siéntate con la espalda recta, tus pies deben estar perfectamente apoyados en el suelo, pon las manos encima de tus piernas en una posición que te resulte cómoda, mantén la cabeza recta o ligeramente inclinada hacia delante.
2. Si quieres para empezar y que te ayude a centrarte puedes ponerte una música de relajación que te ayude como la que te dejo en el vídeo de abajo.
3. Una vez estés preparado, visualiza una imagen que te resulte relajante, puede ser una playa de arena blanca y suave brisa, puede ser un campo verde con flores frescas, puede ser un aroma que te guste, como el del chocolate, el de la lluvia, puede ser una imagen de familia, en definitiva imagina aquello que te haga sentir bien, a gusto, relajado y protegido. Cierra los ojos.
* A continuación inspira grande, que se llene tus pulmones al máximo de aire .
* Cuenta hasta 3 mientras retienes el aire.
* A continuación expúlsalo de forma muy lenta, por la nariz o por la boca, como quieras, pero muy lentamente.
* Una vez lo hayas expulsado cuenta de nuevo hasta 3.
* Inspira grande nuevamente y haz la misma operación.
4. Una vez hayan pasado los 10 minutos:
* Abre los ojos.
* Levanta la cabeza.
* Mueve poco a poco los brazos y las piernas, es posible que tengas la sensación de que son pesados y que están como entumecidos, no pasa nada, es lo normal, muévalos despacito.
* Inspira una vez más grande y expulsa el aire, esta vez sin contar.
* Repite esta frase: ESTOY RELAJADO, ESTOY TRANQUILO Y ME GUSTA.
* A continuación levántate, si quieres puedes estirarte.
Sentirás paz, que tu ritmo cardíaco es más lento y que tienes más claridez mental.
Si practicas este ejercicio a diario al cabo de una semana ya empezarás a notar los beneficios, a partir de ahí te irás sintiendo mejor día a día.
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